Mi trabajo en la Oficina (3).-Vendido por 1000 € al mes.

 No podía imaginar que mi mujer fuera capaz de eso. Que por mil cochinos euros, no le importara que otra persona me tocase mi sexo o que abusara de alguna forma de mí. Ahora, no tengo valor para planteármelo. Yo la quiero, pero quizá esto nos pase factura.

Llegué a la Oficina. Esa mañana no me llamó, pero por la cara que ponían los demás cuando me llamaba a su despacho y el gesto que yo hacía, creo que lo sabía todo el Departamento. Pero nadie dijo nada y todos siguieron siendo muy agradables conmigo. Mi jefa del Departamento me hacía la impresión de que quería decirme algo, pero no lo hizo, al menos de momento.

Yo trabajaba muy a gusto con mis compañeros y ellos conmigo, ya que si acabábamos el trabajo que hacíamos en colaboración, nos podíamos ir antes, así que estaba muy solicitado.

Y la llamada al Despacho llegó. Esa mañana, como a las 10, vi que se acercaba la Secretaria y me lo imaginé.

Como las otras veces, llamé, entré y cerré la puerta con llave. Mi jefe se acercó sonriente, y me dijo, no sé si con la intención de animarme, que no había podido olvidar mi cuerpo, y que ahora tocaba seguir.

Me dijo que me quitara la chaqueta y la dejara en la silla.





 Él se acercó y me quitó el cinturón. No entiendo porqué mi miembro empezó a crecer. Me desabrochó el botón del pantalón y me bajó la cremallera de la bragueta hasta la mitad o así, de tal forma que se me veía casi todo el bóxer pero no se me caía el pantalón.

Hizo un comentario sobre mi bóxer Nike y su color negro, diciéndome que a él le gustan más los blancos. Yo le dije que los tenía también blancos y azul marino. Me preguntó si usaba slips y le dije que en algunas ocasiones y que también usaba mini-slips.

Metió sus manos bajo mi camisa, subiendo hacia los hombros acariciándome la espalda y viniendo hacia el percho. Esperaba que metiera la mano dentro del bóxer, pero no fue así.

Mi polla,  estaba bastante grande, nunca he estado con un hombre, siempre he estado con mi mujer o con otras chicas y resulta que me estaba empalmando porque me tocaba un tío. Esto me produjo una gran confusión.

Mi jefe, empezó a acariciarme la polla por encima de la tela. Yo cerré los ojos, y pensé como decía mi mujer que era ella, pero no fue fácil. Cuánto más me tocaba, más me empalmaba. O como dicen en otros sitios, más se me paraba. Me tocaba de una forma rítmica, que me excitaba y en esa situación, me hizo un comentario, sobre que tenía la polla más grande que la de otros empleados que habían hecho lo mismo que yo anteriormente. 



Me preguntó sobre cuánto tiempo llevaba el mismo bóxer, y le dije que me cambiaba a diario. 

Siguió con " su masaje " y entonces se arrodilló y empezó a chupármelo a través de la tela. Y a mordérmelo. Sentía sus dientes.



 Estaba a punto de salirme la punta de la polla por la cintura . Me mordía la polla y me acariciaba los testículos, mientras con la otra mano, se tocaba la suya. Fue lo más desagradable, verle y lo más agradable, que me mordiera. No podía más. Me iba a correr. Él lo debió de notar. Y me dijo: "No te corras". Vete al wc, desahógate e incorpórate a tu trabajo, si no te encuentras bien, te puedes ir a tu casa. Fui al cuarto de baño, exploté haciéndome una paja, me vestí y me incorporé. Creo que todos se dieron cuenta que me había pasado algo al verme la cara, porque mi jefa, vino a preguntarme, si estaba bien. No sabía ni como estaba. Me dijo que me fuera. Y salí a la calle. El aire fresco, me sentó muy bien. Mañana sería otro día. 

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