Mi profe particular/Mon proffesseur á domicile.

 Estoy en el último año de Bachillerato y la Física, no puedo con ella, así que en el tablón de anuncios del Instituto, había un post it, en el que se ofrecía un estudiante de 2º curso de la Universidad a dar clases particulares de física. Se lo dije a mis padres y les pareció bien. Los días que podía venir a mi casa, no estaban mis padres por razones de trabajo, pero mi madre, se escapó el primer día, para hablar con él. Me lleva apenas tres años, pero sabe un montón.

Esa tarde llegó un poco más ajustado y me dijo que venía del gimnasio y que no le había dado tiempo de pasar por su casa a cambiarse. Pasamos a mi habitación, me explicó unos temas en la pizarra. Yo estaba más pendiente del bulto que llevaba en los pantalones que de lo que me había explicado, y claro cuando me preguntó, no tenía ni idea.

Se puso a mi lado, me puso una mano en el hombro y empezó a repasar conmigo en mi cuaderno, la explicación. Su polla le explotaba en los pantalones y no hacía más que rozarse con mi codo. Sé que no se daba cuenta, estaba inmerso en la explicación, hasta que se dio cuenta y me dijo:

-- Qué te pasa? Qué estás mirando?

Entonces se dio cuenta del bulto, y riéndose dice: Es esto lo que quieres?

Entonces se desabrochó el pantalón y la polla se le salía del slip. 


Y dijo: Venga, acaba con ella a ver si nos concentramos en la lección.

Empecé a chuparle lo que sobresalía del slip y por encima de la tela, mientras me sobaba yo mi polla, estaba deseando vérsela bien, así que le bajé el slip y salió la polla más grande que había visto yo. Empecé chupándole despacito el glande, siguiendo por debajo de todo el tronco hasta los huevos, que también los tenía descomunales, él se iba subiendo la camiseta y yo avanzaba entre sus abdominales con la mano. Por fin me la metí en la boca, me llegaba hasta la garganta o más, y me quedaba casi la mitad fuera, empezó a empujarme la cabeza contra sí y me ahogaba. 


Se quitó la camiseta y me la quitó a mí. No me cansaba de comerme aquella polla gigantesca, empecé a pensar que me iba a destrozar el culo, pues nunca había estado con nadie así.

Me bajé mi pantalón, mi polla parecía un chiste al lado de la suya. Me levantó y me sentó encima de la mesa, quitándome del todo el pantalón.


 Estaba muy musculado y aquello parecía no tener fin, sacó un preservativo de su cartera y empezó a ponérselo.

Al ver mi cara, preguntó ¿Quieres?. No te preocupes, si veo que te hago daño no lo intento.



Después de hidratarme el culo, no lo intentó, se pajeó encima de mí, dejándome lleno de leche. 

Me miró sonriente y me dijo:

Podemos seguir la clase?


Comentarios