No sé que ha pasado, que hoy cuando he llegado a la Residencia, no estaba el hermano de siempre, había otro. Pero no sé si es que le habló de mí, éste si va más allá. Fui a confesarme, y se pasó a mi lado del confesionario, me arrancó los pantalones y el slip, se bajó los suyos, mostrándome una buena polla y me la clavó sin miramientos.
Después quería más
Y es que le cogió gusto.
Como nos pillen nos
echan a los dos.
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