Es una historia de verano.
Miguel reservó una habitación en un B&B en Marsella, para 4 días. Volvía después de muchos años para visitar a un amigo. Le había gustado el sitio, porque tenia una piscina en la terraza.
Llegó, subió y le recibieron los dueños, que eran dos chicos de unos 40 años, como mucho. El era un poco más mayor que ellos. Para refrescarse un poco del viaje, se puso el bañador y se fue a la piscina. Allí estaban los dueños, y no había nadie más.
Le dijeron que hasta la segunda quincena no tenían clientes. Charlando, le preguntaron si era nudista, a lo que Miguel respondió que sí. Le dijeron que ellos también lo eran y que si quería podía bañarse y estar desnudo. Miguel se lo agradeció y sin pensarlo más se quitó el bañador y se sentó en una silla con las piernas abiertas mostrándoles su sexo sin problemas.
Ellos también se desnudaron. Uno de ellos se notaba que se machacaba en el gimnasio, tenía un torso bien definido, con pectorales y abdominales. El otro tenía un tipo normal.
Siguieron hablando tranquilamente y enseguida cogieron gran confianza.
La pareja, empezaban a acariciarse delante de Miguel, sin ningún problema. A Miguel, no le importabaEl disfrute empezó a ser completo-
Y todo había empezado así
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