El Cliente del Hotel: El Sr. Olmos

 Nuestro Cliente tuvo que hacer un alto en su camino y paró en un Motel que tenía buena pinta en la carretera. Entró en la Cafetería, y se quedó en la barra. Enseguida le atendieron y pidió un refresco. Para la hora que era había bastante gente joven. Se puso a hablar con el encargado y le preguntó, si había posibilidad de coger una habitación. Le dijo, que sí, y que en este momento tenía, las que daban a la parte de atrás que eran más silenciosas. Le dio su conformidad, y trajo el libro para registrarle. 

Cuando ya le había anotado, le dijo que esperara un momento, que su sobrino, le acompañaría a su habitación y que si quería algo más, que se lo dijera al chico que era honrado y buena persona y que satisfacía a quién se lo pedía.

Se quedó un poco pensativo, pero esperó al chico a que le acompañara. No llevaba equipaje. Le acompañó a la habitación, estaba muy bien, el chico era muy atractivo , le explicó que podía estar desnudo, si quería, que allí no le iba a ver nadie. Y que si necesitaba un masaje o quería algo de él, que le llamara.

Mira, le dijo, voy a ducharme, puedes subir dentro de un cuarto de hora o así?

Perfecto.

No hace falta que llames.

Cuando Elías entró en la habitación se encontró a Olmos saliendo de la ducha con un slip solamente. Elías sonrió y se desnudó rápidamente hasta quedarse solo  con el suspensorio. Se acercó a Olmos y empezó a besarle suavemente, metiendo su mano dentro de su slip.


Era un Cliente bastante joven, para lo que venía por allí y querían que les hiciese algo. Se quitaron la ropa interior y se quedaron desnudos. Elías se dio cuenta que el viajero tenía una enorme polla, que metió en su boca





El Chico le estaba haciendo gozar, se veía que sabía lo que hacía.

Olmos se da la vuelta y le presenta su culo a Elías que pronto empieza a comérselo.


Pronto le metió la polla


Olmos se giró. El chico estaba muy bien físicamente y lo hacía con toda naturalidad.












¿Le ha gustado?

Me ha encantado Elías, voy a tener que venir más veces.

Bueno con su permiso, me voy a duchar y me bajo al bar.

¿Qué te doy?

Nada, yo lo hago por que quiero y con quién quiero.

De todas formas, toma esto y te lo gastas, como una propina.

Gracias.

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