Había terminado mis clases y estaba en mi despacho del Instituto corrigiendo unos exámenes, cuando alguien llamó a la puerta. ¿Se puede?, dijo una voz. Adelante, pasa. Abrió la puerta, y entró Fernando. Me puse de pie para recibirle. Entró sonriente, un tío guapo, simpático, 1m 90 cm,s y me dio un abrazo que casi me ahoga.
Empezamos a hablar, y me dijo que me echaba mucho de menos, yo le dije que, claro, las clases en la Universidad no eran como las del Instituto, porque él y yo, fuera de la relación profesor-alumno, no habíamos tenido ninguna más.
Le tenía allí delante y cómo había cambiado. Se nota que has ido al gimnasio, le dije. Sí y me he puesto....Si a ti te gusta, le corté.
Claro, no veas que éxito tengo ahora, me quito la camiseta y siempre hay voluntarios o voluntarias para acariciarme.
Sabes?. cuándo estaba aquí, nunca me atreví a esto, pero ahora, solo me queda saber si estás de acuerdo o me tengo que ir.
¿Puedo cerrar el pestillo de la puerta?. Claro le dije.
Profe, siempre me atraías, y acercó sus labios a los míos y sin dejar de sonreír, me dio dos besos, y se separaba y me miraba a los ojos. Seguía sonriendo. Cómo yo no le decía nada en contra volvió a hacerlo, esta vez más tiempo y más profundo. Pude observar como su polla, se dejaba ver por el pantalón. No debía llevar ropa interior, o era muy finita.
Seguimos besándonos, escuadriñando cada rincón de mi boca con su lengua, y cuando paraba siempre me miraba sonriente.
Mientras me besaba le empecé a acariciar por encima de la camiseta y la polla por encima del pantalón. Él seguía besándome, me cogió la cara con las dos manos y me besaba con pasión.
Empezamos a tocarnos el paquete y después él empezó por quitarme la camisa. Sin dejar de besarme, yo empecé por cogerle el culo y acariciarle por dentro de la camiseta. Tenía unos músculos bien marcados. Le quité la camiseta y empezó besándome el cuello. Le acaricié los brazos,.el pecho y los abdominales, Me abrazó con el brazo izquierdo y siguió besándome, mientras con la mano derecha, masajeaba mi polla, por encima del pantalón.. Él cogía mi mano y la llevaba a su pecho para que siguiera acariciando sus pectorales. Yo ya pasé a desabrocharle el pantalón y a bajarle la cremallera.Apareció un slip negro, seguí besándole y acariciándole la polla a través del slip. Él se bajó los pantalones, y se los acabó quitando. Cómo no paraba de besarme, yo me desabroché el pantalón, Nos besamos más y el me bajó la cremallera del pantalón y siguió, muy cariñoso, abrazándome, besándome sujetando mi cabeza con sus brazos, mientras yo le acariciaba también a él y a su miembro. Me bajó los pantalones y me los quité.
Siguió besándome mientras introducía la mano dentro de mi bóxer y me acariciaba. Yo me senté y le atraje hacia mí. Tenía un torso ligeramente musculado, como me gustaba a mí y era tan cariñoso...Le eché sobre mi mesa.
Le bajé el slip y su polla estaba totalmente erecta. Me la metí en la boca y le quité el slip, él seguía acariciándome la cabeza con la mano. Tenía una buena polla y parece que le gustaba lo que le estaba haciendo.
Me gustaba los gemidos que soltaba según le comía la polla, me excitaba muchísimo
. Le subí las piernas y alternativamente le chupaba los huevos. Iba todo depilado, Y disfrutaba un montón. Le miraba de vez en cuando y él echaba la cabeza para atrás de placer.
comencé por el ano y le sujetaba las piernas hacia arriba, él de puro placer, me agarraba los brazos.
Me levanté. Me eché encima de él y volvió a abrazarme y a besarme.
Yo le acariciaba todo el cuerpo, mientras nos besábamos y él me cogía la cabeza con una mano y la espalda con la otra. Mientras con una mano, le masajeaba el culo, le besaba por el pecho bajando hasta la polla, Él se incorporó y me empujó hasta la pizarra.
Me besó y empezó a lamerme por el pecho, paró un momento, me sonrió y me bajó poco a poco el bóxer, chupando mi miembro. Lo sacó y empezó a metérselo en la boca sin dejar de mirarme y sonreírse.
¡Qué forma de comerla! , yo le acariciaba el pelo, mientras. Llegó un momento que no podía más, los dos con las pollas erectas totalmente, le subí a cuatro patas sobre la mesa y empecé con mi lengua en su culo y con su polla en mi mano. Él se retorcía de placer. Cambiamos de posición. Yo encima de la mesa y él se puso un condón y empezó a tantearme con su polla en mi culo. La metió despacio, creía que podía hacerme daño.
Yo mientras, le acariciaba a él el torso con una mano y con la otra me masturbaba a la vez. Después fue él el que me masturbaba.
Empecé a correrme mientras él me follaba sin cesar. Luego, la sacó, se quitó el condón y se corrió sobre mí. Me acarició, se acarició él, nos besamos, y me dijo que había merecido la pena esperar. Que le había encantado, y que esperaba la revancha.
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