Volvió Alex. La verdad es que este chico me pone. Es un poco tímido, muy delicado y hace todo como con miedo. Y nos llevamos muy bien, pese a la diferencia de edad. Cada vez que viene a Madrid, viene a mi casa.
-Tenía que venir a la Uni, y he pensado venir un poco antes y así te veo. Ya sé que te levantas pronto.
- Fenomenal.
-Qué calor tienes siempre en tu casa. Me voy a quitar la camiseta y el pantalón.
-Ya...quítate también el slip. Y ponte un café.
-Me encanta verte desnudo, Alex.
-Y a mí , hacerte algo erótico.
-Pues, empieza, Alex.
Se situó detrás de mí, y empezó a tocarme el culo, por encima del pantalón, primero, para después tocarme las nalgas directamente, en silencio.
-Qué lisas las noto.
Pasó a rodearme por dentro del slip hasta llegar a mi vello.
-Te molesta si sigo?
-Si me hubiera molestado, ya te lo habría dicho. Tú haz lo que te apetezca, sin problemas, cuando haya algo que no me guste yo te lo digo.
Siguió rodeando mi cuerpo hasta que noté ligeramente como sus dedos rozaban mi polla.
-Que dura la tienes.
-Con estas caricias, que quieres.
Me cogió la polla entre sus manos. Y me bajó el pantalón y el slip.
Yo le hice que se diera la vuelta
-No puedo irme sin pasar un momento por tu polla.
Parece que vamos avanzando en estas visitas esporádicas
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