Me estaba preparando para ducharme, cuando llamaron al telefonillo.
Pregunté quién era
-Soy Alex, contestó.
-Vienes Sólo?
-Si.
-Subió de tres zancadas,
-Molesto?
-No, que va. Es que me iba a duchar y si venías con alguien, recogía el cuarto de baño.
-He tenido que venir a Madrid, por un tema de la Universidad y me he dicho, vamos a darle una sorpresa.
-Estupendo
-Que envidia me das.
-Dúchate conmigo.
Se lo dije, pensando que no iba a aceptar, como otras veces.
-Vale.
-Te vas a duchar con el slip puesto?
- No, que va. Luego tengo que irme sin nada.
-Hombre, siempre te puedo dejar uno.
-Tú te duchas desnudo, no?, pues yo también. Sabes?, me da cierto morbo, estar desnudo contigo, después de la historia que tenemos en común.
-Deja el pasado atrás. Ya ha pasado. Que yo te conociera en determinadas circunstancias hace 15 años, cuando tú tenías 13, no tiene que ver con la situación actual. Somos dos tipos totalmente distintos. Yo era tu profe y nunca te miré con ninguna intención sexual. A mí los menores de edad, no me interesan. Ahora somos dos personas totalmente diferentes. Somos dos hombres, tú tienes 28 años, y yo bastantes más. Y pensamos.
-Nunca he estado desnudo con un Daddy.
-Algo tenemos en común, yo tampoco con un muchacho tan joven. Pero oye que nos vamos a duchar, o estás pensando en tener sexo también?
-jejejeeje. Voy a dejar los zapatos fuera, en el pasillo. Si esperas ver un torso bueno, no lo busques.
-Alex. sé perfectamente como eres por dentro, u olvidas aquella foto que subiste a Instagram en el cuarto de baño?. El que no sabe como soy yo, eres tú, que no subo fotos sin ropa a las redes. Pero si te acuerdas de una conversación que tuvimos, tampoco vas a encontrar músculo. Algo de tripita, tal vez.
Cerramos la puerta del cuarto de baño. En mi casa hace muchísimo calor. Cómo la situación era un poco, así como en duda, le dije:
-Desnúdame, Alex.
Se puso detrás de mí. Y empezó a desabrocharme la camisa, lentamente. Cuando tenía desabrochados todos los botones, pasó sus manos por mi pecho, por las tetillas y la tripilla. Mi polla reaccionó violentamente. Me echó la camisa para atrás hasta quitármela.
-Me gusta lo que has hecho, le dije.
- Me alegro, contestó.
Me bajó un poco de la cintura el pantalón de deporte que llevaba. E introdujo sus manos por dentro, por encima de mi slip. Ese día llevaba yo un mini slip que me encantaba y me era comodísimo. Después rodeó mi abdomen con sus manos pasando fugazmente por encima de mi sexo, el pantalón cayó al suelo. Después sus manos entraron en contacto con mis nalgas y rodeando mi cuerpo, se posaron encima de mi pene. Ya estaba totalmente desmadejado. Empujó un poco hacia abajo, hasta que me quedé totalmente desnudo. Y mi polla bien dura. Se dio la vuelta y se puso frente a mí.
-Esta es tu forma de desnudar a tus amigos? Madre mía, me has puesto a tope. Ahora te toca a tí.
Le giré y apoyé su espalda sobre la pared. Le quité la camiseta y empecé a besarle por el cuello y por las orejas, que me encanta, chupárselas a mis amigos. Bajé chupándole las tetillas y acariciándole por el pecho y la espalda.
Él aguantó. Le desabroché el cinturón y le abrí ligeramente el pantalón. Llevaba boxer de tela. Le abracé, mientras le acariciaba el culo por detrás. Somos más o menos de la misma estatura, pero mi polla tenía que notarla, igual que yo notaba la suya, erecta. Le empujé los bóxers al suelo y quedamos desnudos y abrazados.
- Nos metemos en la ducha?, pregunté.
Pasaron unos segundos hasta que contestó. Mi ducha es muy grande, caben tres a la vez. Le pregunté como le gustaba el agua y entramos.
Cogió la esponja pero yo le dije que prefería hacerlo a mano. Me eché un poco de gel en la mano y me puse detrás de él.
Mi polla en su culo. Y empecé a distribuirlo por su cuerpo, por el pecho, el abdomen, la polla y los huevos, le giré e hice lo mismo por la espalda, y por su culo.
Él apoyó su cabeza en mi pecho.
-Sabes lo que me apetece? No sé si decírtelo.
-Somos mayores de edad. Tenemos confianza. Tú sí lo que quieras.
-Me apetece comerme tu polla.
- Pues adelante.
Alex, comenzó con su festín, ¡Cómo lo hacía el chaval !, notaba sus toques en mi glande y cómo llegaba a su garganta. Fue un auténtico placer. El agua nos seguía cayendo desde la ducha. Se levantó y buscó mi boca. Yo soy a veces un poco reacio, pero era tan dulce que juntamos nuestros labios y nos besamos largamente. Él tampoco buscaba más.
- Vamos a tener que secarnos, dijo suavemente. Tengo que volver a la Universidad y si me dejo llevar, la única dirección a lo que nos lleva esto, es...ya sabes.
-Otro día, si quieres.
Le di una toalla grande, y el secador.
-Sabes?, me ha gustado mucho tu ducha, me dijo. No me la imaginaba así.
- Ni yo, Alex.
Fotos de varias páginas de Internet. Si a alguien le parece mal, que diga cuál foto es y la quito.
Comentarios
Publicar un comentario