El Ordenanza y el Camarero, llegaron pronto a casa del teniente y fueron a saludarle, antes de cambiarse de ropa. Le encontraron en su despacho, masturbándose. Cuando les vio asomarse, les dijo que entraran y cerraran la puerta. Era un mal presagio.
Estaba muy caliente y mira por donde me váis a arreglar la mañana.
Tú, Ordenanza, desnúdate, es una Orden.
Y arrancándose la ropa...........
Que suerte que hayáis llegado pronto
Hoy me he levantado con ganas
Y ahora quiero correrme viendo cómo os folláis los dos
Y ahora a cambiaros que hay que trabajar
Estaba muy caliente y mira por donde me váis a arreglar la mañana.
Tú, Ordenanza, desnúdate, es una Orden.
Y arrancándose la ropa...........
Que suerte que hayáis llegado pronto
Hoy me he levantado con ganas
Y ahora quiero correrme viendo cómo os folláis los dos
Y ahora a cambiaros que hay que trabajar
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